EL TIEMPO
El tiempo pasa rápido, pasa tan
rápido que no te das cuenta de todo lo que pasa. Cuando les ponemos normas a
nuestros hijos o cuando les decimos “ya harás eso cuando tengas edad para
hacerlo” no somos conscientes de que no hace tanto estábamos nosotros en ese
momento. Pretendemos que nuestros hijos adolescentes estén atados a cuerda
corta porque creemos que así les protegemos, y lo hacemos, claro que sí, pero
hay algo de lo que no les podemos proteger, del tiempo, el tiempo pasa y no
vuelve.
La razón de atarles cortos es para que no se
pierdan, pero ¿si no se pierden con 16 años, cuando se perderán?
Pienso que hay que perderse de vez
en cuando, para saber qué es lo que realmente quieres, y con 16 años tienes
toda una vida para volver a encontrarte, ¿cuándo lo harás entonces?, ¿cuándo
tengas 40 años y sientas que el tiempo juega en tu contra?
El tiempo, el tiempo es el motor de
todo.
Cuando eres adolescente piensas que
tienes todo el tiempo del mundo por delante para hacer millones de cosas, pero
un día te paras y te das cuenta que el tiempo ya ha pasado, y
entonces entran las prisas.
Sientes agobio cuando intentas
lograr algo en la vida porque lo ves difícil o, incluso, imposible, pero cuando
echas la vista atrás y te das cuenta de cuantos cambios han ocurrido en tu
vida, unos buscados otros impuestos, eres consiente que da igual lo que
planees, en cuestión de minutos todo puede cambiar, en un solo minuto puede
ocurrir algo que lo cambie todo, pero hay que estar atento a ese momento, a ese
pedacito de tiempo.
Hace no mucho, tuve la impresión de
que todos mis sueños ya eran imposibles de cumplir, tiré la toalla. Sueños que,
para mí, como en otras entradas ya he contado, son más que sueños, son posibilidades
a cumplir en la vida. Pero mientras eres joven ves que tienes tiempo por
delante para lograrlos, sin embargo, un día te ves con cuarenta años y caes en
que no has llegado a materializar eso que para ti eran sueños posibles. Eso me
pasó a mí, entonces me miré al espejo y dije “empieza a despedirte, tus sueños
no son alcanzables ya, tus sueños no son posibles, tus sueños ya solo son eso,
sueños” fue como despedirme de mi “yo” joven y decirle hola a mi “yo” maduro,
como si por tener sueños a los que les veía posibilidades me convirtiera en una
joven eterna.
Esto fue un error, hizo que me
sintiera triste y perdida, así que, recapacité, y decidí que el tiempo juega
duro, pero yo no se lo pondría fácil, nunca es tarde para alcanzar tus logros,
y para muestra, “mi botón”.
“Empecé a visualizar unas imágenes, extrañas, pasaban
a toda velocidad por mi mente, no podía controlarlas, ni centrarme en ninguna
concretamente. De repente todo se paró. La habitación del hotel, ya no era la
habitación del hotel. Estaba sentada en un sillón y miraba un televisor
antiguo, las imágenes en la tele eran en blanco y negro. Miré alrededor ¿Dónde estaba?. Las paredes estaban cubiertas por un papel antiguo color verde clarito,
con dibujos de pequeñas formas desiguales, como enredaderas negras. Había un
mueble marrón oscuro y brillante, lleno de pequeñas figuras como de porcelana,
y una enciclopedia de unos doce tomos. Justo al lado del mueble había una mesa
antigua y grande con un tapete blanco y un jarrón encima con flores que
parecían de plástico. Me encontraba mareada, pero poco a poco se me iba
pasando. Mis pensamientos empezaron a desvanecerse, no podía recordar quien era
yo. Abrí y cerré los ojos varias veces, y en un momento, volví a sentir
tranquilidad, ya no estaba asustada, reconocía ese lugar, era mi casa.”
Éste es solo un pequeño fragmento
de mi novela, sí, mi novela, porque nunca es tarde para cumplir sueños, porque
nunca es tarde para conseguir alcanzarlos.
Si te pasó como a mí, que no te
perdiste de adolescente, piérdete ahora, piérdete, búscate, reinvéntate y lucha
por lo que desees, porque el tiempo pasa, pero mientras pasa, te brinda mil
posibilidades que solo tú puedes detectar y decidir materializar.
No quiero ni puedo aún adelantar más,
pero es probable que, en breve, mi novela deje de ser mía, para ser de todos.
Un sueño hecho realidad, a pesar del tiempo, a pesar de la edad, a pesar de
todo.
No dejéis de soñar, y lo más importante,
no dejéis de intentar lograr vuestros sueños.
El tiempo es el motor de todo, pero
tú tienes la fuerza para que el tiempo se mueva a tu favor.
Eres Mágica... te admiro y te quiero muchísimo
ResponderEliminar