UNA DE MADRES
Definitivamente, ser madre se ha convertido en un trabajo que no está hecho para todas.
Yo desde luego creo, que si hubiera sabido lo que venía cuando los hijos entran al cole, ya me lo hubiera pensado más. Porque creo que no estoy a la altura, y encima creo, que no estarlo, es una virtud, porque Dios me libre de ser como algunas madres de hoy en día.
¿A qué me estoy refiriendo?
Voy con ejemplos.
En el cole todos nos hemos cascado unos con otros, y yo no vi nunca a mi madre, ni a la madre de ninguna de mis amigas, buscando a la madre del niño contrario para montarla el pollo.
Ahora siento vergüenza ajena cuando veo a una madre decirle a otra “oyes, tu hija le ha pegado a mi hijo, a ver qué pasa” (estamos hablando de niños de 5 años) es que me quedo en shock. ¡No lo puedo creer! Pues ocurre todos los días. O madres que se enfrentan a otras madres porque a su hija la dan de lado o porque no quieren jugar con ella (niñas de 9 años) ¿De verdad no ven lo ridículo que resulta? ¿Es que no tienen vida? Porque yo bastante tengo con mi trabajo, mi casa, cuidar de mis hijas, festivales de colegio, reuniones extraescolares, tutorías con profesores, citas con pediatras… ¡Como para buscar a madres de hijos que han dado un cachete a mi hija! (que ya habrá hecho algo ella para merecerlo seguro)
O madres que apuestan el cuello diciendo “mi hijo es un santo, le pegan y ni se defiende” ¿Qué tienes visión laser para ver lo que hace tu hijo en el cole las 10 horas que se tira allí? O ¿Es que te estás fiando del comportamiento de tu hijo en casa? ¡Diooooossss! ¡pero si los niños son tiranos egoístas que nos tiene cogidos de los huevos y saben perfectamente cómo comportarse en casa para tenerte comiendo de su mano!
Yo cada vez que voy a buscar al cole a mis hijas, justo antes de cruzar la esquina llegando a la puerta, me santiguo, y pido al cielo que mis hijas no hayan tenido ningún rifirrafe con ningún compañero, porque de ser así, ya estoy en busca y captura de la madre de turno.
Yo sería incapaz de asegurar que mi hija no pega o no insulta o no se defiende o es una santa, ¡Por favor! ¿Qué se yo de cómo se comporta en el cole?, si casi pasa allí más horas que en casa la pobre.
Si mi madre hubiera acudido a discutir con las madres de todos los que alguna vez me dieron de lado, no jugaron conmigo, me pegaron o insultaron (que en mi caso igual no hubiera estado mal que alguna vez lo hubiera hecho, dicho sea de paso)…seguramente ahora no sería la persona que soy, sería una persona incapaz de asumir los fracasos y resolver mis problemas, y en eso estamos convirtiendo a nuestros hijos como sigamos interviniendo en sus historias.
A ver, no hablo del bullying, pienso que debemos tener la suficiente inteligencia, como para saber diferenciar el bullying de comportamientos naturales en niños que discuten y pelean. Estamos llevando al extremo el miedo de que a nuestro hijo no le hagan bullying en el cole, interpretando situaciones cotidianas de peleas entre niños, en alarmas que después el niño va a tomar como algo natural, y el propio niño no sabrá diferenciar una pelea entre dos, de un acoso, porque su propia madre no sabe comportarse ante ninguna de las dos situaciones.
Cuando veo a estas madres pienso “¿Estaré yo haciéndolo mal?" Sí, lo pienso, porque yo cuando mis hijas me cuentan que le ha pegado otro, o le ha insultado otro, primero intento averiguar que ocurrió, y de lo que me cuenta, intento creer la mitad, no porque mienta, sino porque la percepción de la realidad de un niño de 5 o de 9 años puede ser distorsionada a su favor solo por salvar su culo. Intento indagar que hizo mi hija para verse en esa situación, y, sobre todo, no dar por hecho que no existe la otra versión.
Y, además, cuando he tenido la mas mínima duda de que mi hija estaba sufriendo, lo que he hecho es hablar con los profesores, para que estén pendientes o para que me informen de lo que realmente ocurre allí donde mi visión laser no llega.
Pero estas madres, creen que poniendo cara de ogro a un niño que insultó al suyo (como si ese niño fuera menos niño que el suyo) o montando el pollo a la mínima de cambio, son mejores madres. Flaco favor están haciendo a sus hijos, bajo mi punto de vista.
Sobre todo, porque olvidan que quien pegó o insultó a su hijo, quizá tuvo un motivo, y porque ese también es un niño, y la infancia no solo se debe proteger con el niño que tienes en casa, sino con todos los que están en el mundo. Un niño no es malo, asume comportamientos determinados en función de mil situaciones que desconocemos y que lo que debemos hacer es intentar entender. ¡Ojo! Un niño que se pasa la vida dando ostias a otros, pues quizá se le puede decir a la madre de manera educada que su hijo lo está haciendo, o hablar con los profesores. Pero en ningún caso, ir de loca colgada montando pollos a la madre del susodicho o peor aún, bajando tu nivel de adulto a la altura de un niño fulminándole con la mirada, o regañándole sin que sus padres estén presentes. Eso es de tener menos cerebro que un mosquito.
A todos nos duele ver sufrir a nuestros hijos. Pero Planteemos esto “¿Qué duele más? ¿que un adulto haya gritado o regañado a tu hijo? o ¿que a tu hijo otro niño de su edad le haya pegado o insultado? A mi desde luego me duele más lo primero.
Puedo parecer un poco insensible, pero no es así. No digo que me importe un bledo que a mi hija la pegue otro niño o la insulte otro niño o la den de lado en el patio, no, de hecho, cada día alguna de mis dos hijas viene del cole con alguna historia así, y se me parte el alma, me duele horrores, y me entran ganas de separarle la cabeza de los hombros a la madre del niño responsable. Pero respiro hondo unos segundos y después pienso “solo son niños” y no puedo retroalimentar la frustración de mis hijas con mi pensamiento asesino, al contrario, debo hacerla entender, que la vida es muy dura, y que esto solo acaba de empezar, que según crezca se encontraran con situaciones aún peores y que deben aceptarlas y seguir adelante.
Repito, siempre desde una lógica, no voy a permitir que hagan daño de continuo a mis hijas ni tampoco que ellas hagan daño a otros niños de manera habitual, pero entiendo que la lógica la tengo yo como adulta y no un niño de 5 o 9 años, y jamás voy a bajarme a la altura de un niño a regañarle sin ser hijo mío, ni tampoco se me ocurre decirle nada a ninguna madre que tranquilamente viene de trabajar (hasta el moño) a recoger a sus hijos felizmente del cole, por ninguna tontería de niños.
En fin, supongo que no soy una MADRE de especie avanzada, pero no lucho por serlo, lucho por ser una MUJER de especie avanzada, usando la lógica y la experiencia.
Que conste que la que escribe, vivió en sus carnes una infancia complicada, así lo llamo, porque llamarlo bullying entonces no se estilaba.
FELIZ DIA SUPER MADRES
Jaaa q razón tienes amiga.
ResponderEliminarQué jodidamente complicado es. Me he visto con mi hija en ambas situaciones. 🤔
ResponderEliminarY en cual te has sentido más comoda??
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