MANUAL DE INSTRUCCIONES PARA LA VIDA
¿Por qué nos equivocamos tanto? ¿por qué tropezamos tantas
veces con la misma piedra? La respuesta es muy sencilla, nos falta el manual de
instrucciones para la vida.
Sí, tenemos un manual para cualquier electrodoméstico,
manual para cualquier actividad que quieras hacer, incluso, empezamos a tener
manuales para educar a nuestros hijos.
Pero en la vida, en el día a día, tomamos mil decisiones y
nos enfrentamos a mil situaciones, sin ningún tipo de manual, nos dejamos
llevar por lo que dicta nuestro corazón. Esto dicho de un modo bonito, porque
la verdad es que el corazón solo es el órgano principal del sistema
circulatorio, las decisiones las tomamos con ese otro órgano llamado cerebro. Sí,
el cerebro se ocupa de las funciones cognitivas, emotivas y del control
corporal, que dicho en mi idioma (obviamente esta definición la he copiado de
internet) es que se ocupa de las funciones mentales como la orientación, la
memoria, el lenguaje, sentimientos y todos los movimientos del cuerpo. Con lo
que después de esta definición, queda bastante claro que tomamos las decisiones
y nos enfrentamos a cualquier situación con el cerebro, y sin manual de
instrucciones.
Pues por lo visto no, resulta que, si hay manual de
instrucciones para la vida, o por lo menos eso es lo que parece ser el libro
del que se habla en la siguiente entrevista que escuché el otro día. Os cuento.
Me llegó un audio, de estos que te da un poco de pereza
porque parece que va a ser el típico monologo o chiste, y con esto de que no
tenemos tiempo, pues dices, “luego si eso”, pero viendo de quien venía, he
dicho “tengo que escucharlo”.
Es un audio de una entrevista en la cadena Cope, del
programa “Fin De Semana” que presenta Cristina López Schlichting (que tela con
el apellido, que parece que me he puesto a escribir en el teclado sin sentido)
La entrevista se la hacían a Marian Rojas Estapé, científica
que ha publicado un libro, por lo visto esta mujer es psiquiatra, licenciada en
medicina y cirugía, y, además, trabaja en el instituto español de investigación
psiquiátrica de Madrid, y como decía, había publicado un libro que se llama “como hacer que te pasen cosas buenas”.
Esto, claro, es de noviembre del 2018, pero el audio me ha llegado hoy, ya sabéis
cómo es esto del WhatsApp.
El caso es que, con el título del libro, yo ya estaba más
que interesada, pero si además quien lo escribe, ha estudiado tanto, es
científica y me va a dar datos científicamente estudiados, pues entonces ya no
pierdo onda de nada.
Y me ha encantado, hasta el punto que he decidido escribir
esta entrada, a pesar que eran otras las que tenía en mente.
Por lo visto el libro, que, por supuesto voy a leer, habla
de cómo influye en el resultado la manera en que uno decide responder ante los
problemas.
Entonces si yo afronto un problema con positividad y con
optimismo, que viene a ser lo mismo, el resultado de ese problema siempre será
mejor y más bueno que si lo hago negativamente o anteponiéndome al resultado
pensando en que será un resultado horrible, entonces lo acabará siendo.
Yo en eso estoy en parte de acuerdo y en parte no, creo que,
efectivamente, una buena actitud y el ser positivo influye en un mejor
resultado de un problema concreto, pero, también está el hecho, y esto lo hablo
con conocimiento de causa, no porque yo haya estudiado nada, sino porque lo he
vivido, que muchas veces nos imaginamos
el problema como algo gordísimo, estamos asustados solo de pensar cómo será el
resultado cuando vamos a enfrentarnos a algún problema y luego resulta que el
desenlace nunca está a la altura tan negativa que pensamos. Aunque esto también
puede ser porque fue tan malo lo que pensamos que, el resultado, aun siendo
malo, nos parece fantástico que no sea “tan malo”.
El caso es que esta escritora, científica, psiquiatra,
investigadora, dice que se puede hacer que te pasen cosas buenas, con estas
tres cuestiones principalmente.
1.Sistema de creencias: observar la realidad y ver en eso
algo bueno o algo malo. Son constructos mentales. Intentar verlo siempre como
algo bueno, positivo.
Y yo pienso, una misma cosa para uno puede ser muy positiva
y para otro muy negativa, pues lo que se nos pide es, que ese constructo
mental, sea siempre bueno, puesto que, si lo es para uno porque no va a serlo para
el otro, se debe buscar el lado positivo. Pero claro, esto es la teoría, porque
si a mí me despiden del trabajo, digo, “venga voy a ver el lado positivo, que
está claro que lo hay, cobraré el paro y aprovecharé el tiempo para escribir y
estar más tranquila con mis hijas”. Pero una persona que no tiene derecho a
paro, o que de su sueldo dependa que sus hijos coman, o tiene una edad en la
que buscar trabajo no es cosa fácil ¿Puede verlo como algo positivo? A lo mejor
hay algo positivo, pero creo que es difícil que, a priori, lo encuentre.
2.Estado de ánimo: En esto si estoy totalmente de acuerdo,
uno tiene una peor versión o mejor versión de sí mismo dependiendo de esta
premisa, el estado de ánimo.
3.Emociones: Según la escritora, Marian Rojas, viene
precedidas de un pensamiento, por lo visto ella está realizando un experimento,
en el cual observan cómo cambian los genes de una persona según como se toma
las cosas, si siempre eres negativa tendrás células resentidas, rabiosas. En
resultado, células enfermas.
Al final catalogó a la sociedad como una sociedad avanzada,
pero profundamente enferma.
Está claro que afrontar una enfermedad con positividad y
optimismo no va a hacer que te cures, considero que el resultado, acabará siendo el mismo, pero es cierto, que hará que lo lleves de una manera más fácil
y menos dolorosa. Aunque si puede ser que influya en el resultado de la
curación o mejoría de una enfermedad, como esta científica dice, puesto que los
pensamientos positivos dominan las emociones y las emociones a su vez, son las
causantes de que las células cambien.
Aquí viene lo que más me interesa, empieza a hablar en la
entrevista de una hormona que es la causante de casi todos mis problemas, y del
80% de las enfermedades de la población.
EL CORTISOL.
Esta mierda de hormona la está liando parda. Bueno la pobre
está siendo manejada por nosotros mismos, así que, nosotros la estamos liando
parda con ella.
Por lo visto el Cortisol ante la amenaza, el miedo o la
alerta, se activa. Y Como vivimos la mitad del tiempo con alguno de estos tres
conceptos en nuestro cerebro, pues estamos intoxicados por cortisol.
Es verdad, estamos siempre alerta, siempre pendientes de
que a tu hijo no le quede una asignatura, no le peguen en el cole, alerta en
el trabajo para que no nos despidan, etc, con lo que estar alerta nos provoca
miedo a esas consecuencias, consecuencias que aún no han ocurrido, pero ¿y si
pasan?
Y es que resulta que esta hormona, se produce y altera tanto
si el hecho ha ocurrido, como si simplemente lo has imaginado, no distingue de
realidad o ficción, entonces el hecho de que estamos pensando en todos esos miedos,
amenazas y siempre alerta imaginando las cosas que no queremos que nos pasen,
para esa puñetera hormona es igual que si estuviera ocurriendo de verdad, y
¡hala!, venga cortisol, nos sale por las orejas.
Es una hormona cíclica, por las noches baja sus niveles, y
cuando despertamos aumenta.
Pues uno de los problemas más comunes en la sociedad es ese,
no dormimos bien, tenemos micro despertares, insomnio, y todo es, porque el
cortisol está ahí a tope, dándolo todo, como si estuviera en un after. No baja
nunca porque estamos en constante estado de alerta.
El insomnio es solo uno de los miles de problemas que está
generando esta intoxicación de cortisol, otros muchos son, intestino irritable,
fibromialgia, urticaria, migrañas, irritabilidad extrema, de repente alguien
que te caía bien ya no te gusta, no te encuentras bien en ningún sitio, hasta
llega a hablar de ciertos tipos de cáncer, así como ciertas metástasis, porque
cuando el cortisol cambia en función de estos estados de ánimo contantes, hace
como de inflamador, y esto hace que se bajen todas las defensas. Asusta, ¿A que
sí? Porque nos viene a decir, que, no podemos curarnos de una enfermedad solo
con ser positivos, o tener emociones precedidas de pensamientos positivos, si
no que enfermamos por culpa de no haber tenido antes esa aptitud positiva.
No puedo estar del todo de acuerdo, puesto que conozco y he
conocido gente muy positiva, que se toma la vida con optimismo, gente
envidiable, y a pesar de ello, enfermó o pasó por algún tipo de enfermedad.
La autora, nos da algunas pautas, de lo que podría decirse
que son las posibles soluciones.
1. Ejercicio: Está científicamente estudiado y probado que
el ejercicio baja el nivel de cortisol.
2.Educar pensamientos:
Cada emoción influye en las células. Hace una metáfora y nos habla de la
voz interior, esa que siempre acaba haciéndonos boicot, que nos hace pensar mal
de alguien, incluso de nosotros mismos, dejando que diga de nosotros cosas como
“estoy como un tonel, me veo muy desmejorada, no voy a poder lograrlo”, pues
hay que ser capaz de educar esa voz, y que nos diga cosas positivas.
3. Tener sueños, inquietudes e ilusiones: Un cerebro que se
ilusiona, se va transformando poco a poco en un cerebro positivo, activo, sano.
Tener sueños, ilusionarse, tiene un poder positivo a nivel cerebral. La corteza
prefrontal, es la corteza del cerebro que nos hace ser creativos, solo por
ilusionarte, empieza a haber más riego de sangre, y es la zona que nos ayuda a
resolver problemas de una manera más positiva.
4.Yoga. Meditación: en definitiva, PARAR, saber parar.
5. Modo avión: SIN
MIEDO.
Este último, me ha encantado. No se trata solo de ir en
“modo avión” efectivamente como dice Marian Rojas, se trata de hacerlo SIN
MIEDO.
A mí me parece una fantástica idea, hoy he ido a comer por
ahí, bueno, he salido a las 13:30 y regresado a las 16:45, y me he ido SIN
MOVIL, no lo he hecho aposta, se me ha olvidado, y ¿sabéis que? no ha estado
tan mal. Deberíamos poder desconectar del móvil, y no depender tanto de él.
Me encantaría ser capaz de vivir sin mi móvil. Hay
psiquiatras que dicen que sufrimos la “demencia digital” Las pantallas alteran
el cerebro de la gente, estar alertas por recibir las notificaciones, alteran
nuestro sistema cerebral.
Estoy totalmente de acuerdo, pero esto es como el tabaco,
sí, es una mierda, mata a la gente, pero, lo siguen vendiendo, sigue siendo
algo legal y se comercializa sin ningún problema.
Ir en modo avión es buena idea, pero ¿qué pasa cuando
quieres poner el modo avión de una manera selectiva? Es decir, si no necesitas
desconectar de todo el mundo, ¿cómo lo haces? Hay personas que te suman, y es
necesario que sepas de ellas o que ellas sepan de ti, y otras que en
determinados momentos te restan, sin ser culpa de ellos, simplemente así es
como te sientes, ¿existe el modo de seleccionar a quien le pones el modo avión
y a quien no?
La científica también habla largo y tendido sobre la
depresión, teniendo en cuenta que ella es psiquiatra, pues también me parece
interesante las cosas que nos cuenta sobre esto.
Nos dice que algunas depresiones son causadas por estados de
alertas permanentes, enfermedades inflamatorias del cerebro, hay núcleos del
cerebro que se inflaman, por vivir en ese estado constante de alerta.
Está claro que muchos, por no decir todos, son tratados con
ansiolíticos y antidepresivos, que obviamente en la gran mayoría de los casos
serán totalmente necesarios, pero ella nos habla de un fármaco
antiinflamatorios que ayudan a bajar la depresión, y es natural, el OMEGA 3, antiinflamatorio
cerebral que mejora el estado de ánimo.
Algunos oyentes hacían preguntas y en concreto ponen dos,
que fíjate tú por donde, son total y absolutamente las mismas preguntas que
haría yo, (jolín, ¿quién me lee el pensamiento la Cope o la amiga que me ha
mandado el audio?)
Una de las preguntas es “en mi casa no paro de gritar por
problemas domésticos y mi marido y mis hijos se quejan de ello, ¿Qué puedo
hacer? (yo hubiera contestado, “hazte un grupo de wasap con las madres de la
nueva especie avanzada”)
A lo que la autora le contesta “hay que ser asertivo” luego
obviamente ha dado la definición. Se debe expresar lo que se siente sin ser
agresivo, porque si te tragas las emociones, te ahogas, pero no debes agredir
con ellas.
Y puso un ejemplo, “en tu familia puedes decir de una forma
sensata y amable, -Esto me está haciendo daño, no siento que los esfuerzos que
hago sean valorados, sufro con esta situación- ellos te comprenderán y tú, no
te lo quedarás dentro.
Aquí, a pesar de escuchar el audio con un sentimiento de
emoción incontrolado y mucha empatía, casi me muero de la risa imaginándome a
mí misma en mi casa hablando así, con sensatez y amabilidad. Ya te digo yo, que
en mi casa eso no me funciona.
Otra de las preguntas ha sido la de un hombre que decía “No
puedo evitar estar constantemente intentando aprovechar el tiempo, vivo
pensando en el reloj y el tiempo que tengo, y siento que, si dejo de hacer
esto, no estoy aprovechando”
Pues resulta que esto es una patología, se llama
“CRONOPATIA”, yo creo que también la padezco.
Dice que a quien padece esta enfermedad, nunca le pasa nada,
hasta que le pasa, y suele ser un infarto, al final el infarto es la señal que
necesitamos para poder PARAR.
Y es que, sin ser muy conscientes, vivimos el fin de semana
esperando que llegue el lunes, llenamos los días libres con un montón de
planes, porque tenemos miedo a no tener nada que hacer.
Dicho todo esto, voy a daros lo que ha hecho que yo sintiera
el escuchar este audio.
He sentido miedo, (con lo que ya he multiplicado por 100 el
nivel de cortisol, mecachis)
Y lo he sentido porque he sido consciente de que varias de
las patologías que ella nombra, las padezco yo, y darse cuenta que es bastante
probable que yo misma me las estoy provocando con mi forma de ser, con mi forma
de enfrentarme a los problemas o a las situaciones o con la manía absurda de
anteponerme a las situaciones sufriendo por ellas antes de que ocurran, pues da
bastante miedito. Pero lo que me da más miedo es saber y conocer la solución y
a pesar de ello no poder ponerla en práctica. No puedo porque no solo depende
de mí.
Lo que yo necesito en este momento de mi vida, es PARAR,
pero no parar de quedarme sentada sin hacer nada, si no parar de pensar en todo
el mundo y todas las personas, y pensar en todas las obligaciones, hasta el
punto de convertir a las personas en obligaciones. No, ¡basta ya! Necesito
parar de pensar, necesito parar de adivinar, de anteponerme, de esperar de los
demás y de que los demás esperen de mí. Quiero parar y hacer solo lo que deseo
hacer, lo que necesito hacer y me hace feliz hacer. Aquí viene lo de “no solo
depende de mí”, si pusiera en práctica esto, mucha gente sufriría, y por
desgracia, mi cortisol aumentaría porque no pararía de estar preocupada ante la
amenaza de lo que para mí es un problema, que ya he contado, y es que no
soporto que se enfaden conmigo.
Aun no me he leído el libro y ya he sacado varias
conclusiones, y lo he apodado como el
manual de instrucciones de la vida. Aunque también podría llamarse
“menuda mierda la hormona esta del cortisol” ¡ríete tú de la progesterona!
Así que amigas, amigos, y todos lo que leáis esto. Yo
empiezo hoy mismo mi propio manual, y por supuesto me ayudaré con éste, de
Marian Rojas, (y con mis pastillas mágicas, para que engañaros) tengo que
curarme, porque lo primero soy yo. Quien me quiere, y quien está en mi vida
desde siempre, me comprenderá, me ayudará, y me apoyará. Desde hoy, voy a hacer
que la hormona cortisol, duerma por las noches. Voy a parar, y voy a hacer lo
que me apetezca, cuando me apetezca. Voy a ser feliz, haciendo solo lo que me
hace feliz, y no pienso hacer nada de lo que me esté sintiendo obligada a
hacer. Voy a escribir, leer, hacer deporte y disfrutar del tiempo con mi marido
y mis hijas, por su puesto, en esas pequeñas ocasiones que se pueda, quedaré con mis amigas, las que me aman, me esperan, no me presionan y me respetan. Y,
por supuesto, tomaré OMEGA 3.
¿Creéis factible mi propuesta? ¿Es un buen “manual de
instrucciones”? ¿Haré que me pasen cosas buenas?
Pues si os parece, como creo que este tema puede traer mucha
cola, porque obviamente, no estoy segura que dependa solo de nosotros las cosas
que nos pasan. He pensado en dejarlo aquí (que ya está bien, casi escribo una
biblia) y en la próxima entrada seguimos.
Os espero en el siguiente.
“¿quién es responsable de las cosas que me pasan, yo o el
destino de la vida?
Besos.
Hola comentario de pruebas
ResponderEliminarSe están haciendo pruebas porque, parece ser, que no se publican los comentarios de todo el mundo. Me dicen que probéis cambiando de navegador, si lo hacéis con Google crome cambiar a internet Explorer por ejemplo, o probar en el móvil. Gracias, y perdonar las molestias.
ResponderEliminarBego, cada día me sorprendes más, fantástico post!!!
ResponderEliminarWow que pasada de post!!! Me ha encantado!!! Yo te espero!!!!!Muack
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