NO ME CABE MAS GENTE EN MI VIDA
Si, así es, no puedo sentirme más orgullosa, no creo que
todo el mundo pueda decir lo mismo, mi vida está llena de gente maravillosa a
la que quiero y que me quieren, personas con las que sé que siempre puedo
contar pase lo que pase, a pesar de lo poco o mucho que podamos vernos.
Pero ahora mismo debería de ir por la vida con un cartel
colgado en mi cuello que dijera “COMPLETO” como en los parkings públicos.
Si, así nos evitaríamos problemas, muchos, porque la gente
entra, pero no basta con que se queden, hay que atenderlas, hay que dedicarlas
tiempo, y si tu vida se llena de gente maravillosa a la que adoras, pero
resulta que no tienes tiempo de atender, tiempo que dedicarles, ¿Cómo se
soluciona eso después? No se puede, vienen los enfados con los que tampoco
tendré tiempo de lidiar.
No me cabe más gente en mi vida, efectivamente, y
sinceramente, los que están, ahora les veo como si metes a 300 personas en una
cabina de teléfono, esa imagen, las caras pegadas al cristal, un pie aquí, un
brazo allá…y alguno a punto de salir por la parte de arriba queriendo escapar,
o quien sabe, empujado por el que más se merece un hueco.
¿Quién se merece más un hueco? Pues con 15 años todo aquel
con el que te lo pasas bien, te ríes, te desahogas y le gusta hacer las mismas
cosas que a ti. Pero ahora, a mis cuarenta, quien se merece quedarse es aquel
que te comprende sin juzgar, te ayuda sin pedir a cambio y no te pide
explicaciones. Es aquel que entiende que tienes tus propios motivos, que,
aunque no se parezcan a los suyos son igual de lícitos. Es quien se pone en tu
piel y entiende desde que lugar tomas las decisiones.
Y es que la amistad nace desde una premisa muy clara, la
libertad.
Si no soy libre de tomar mis propias decisiones, porque eso hará
que me juzgues, ten enfades o me hagas daño, entonces no podré ser feliz
teniéndote en mi vida, puesto que estaré haciendo lo que te hace feliz a ti y
no a mí, y no debes cometer el error de pensar que sabes lo que yo quiero,
porque si lo das por hecho, el día que no haga lo que esperas, también tu
sufrirás.
Volviendo a la cabina de teléfono, me da una pena horrible
esta imagen de toda mi gente así aplastada, pero es que es así, no tengo tiempo
de atenderles a todos, y aquí viene el tema más gordo, “el tiempo”,
¿Pero a quien se le ocurrió que el día tenía que tener solo
24 horas? O, pero aun, ¿A quién se le ocurrió que teníamos que trabajar 5 días
y librar solo 2 (en el mejor de los casos)? Pues a ese yo le metía a lidiar con
algunos de los que tengo en la cabina de teléfono.
Pero es cierto que el tiempo está sobrevalorado, y que
mentimos sobre él, todo lo que queremos y más.
La mayoría de las veces que decimos “No he tenido tiempo de
llamarte” o “no quedamos porque no tengo tiempo” en realidad queremos decir “no
te he llamado porque el tiempo que tenía lo he empleado en otra cosa” o “no
quedamos porque he quedado con otras personas (probablemente con tu marido y
tus hijos como es mi caso)”
Y aquí es donde viene la “libertad” de nuevo, cada uno es
libre de emplear el tiempo como le plazca, y nadie tenemos derecho a juzgar
como otros ocupan o gestionan su tiempo.
Cuando se llega a esta edad, el tiempo parece el mayor de
los tesoros, ¡queremos más tiempo todo el tiempo!
Pero en la mayoría de las ocasiones, ese tiempo de mas, lo
queremos para seguir haciendo las mismas cosas con las que ocupamos el tiempo,
y, cada vez son menos. Al final lo que más te gusta hacer con tu tiempo es
estar con tu marido y tus hijos, en mi caso, y cada vez te parece más
sacrificio robarles un solo minuto para hacer otra cosa, excepto si esa otra
cosa consiste en hacer algo que realmente te haga feliz, como es en mi caso,
escribir, o estar con mis amigas, (y cuando digo amigas me refiero a seres
humanos que te hablan y te escuchan y no que corren y gritan detrás de unos
enanitos llamados “hijos”, es decir, solo con AMIGAS)
Si a mí una amiga me dijera que prefiere estar conmigo que, con
su marido, pensaría que en su matrimonio no está muy bien, y de lo contrario si
me dijera que le cuesta quedar conmigo porque prefiere estar con su marido,
probablemente me daría mucha rabia, pero entendería que está enamorada y
pensaría que ojalá le dure mucho.
Pero aquí es donde viene la siguiente premisa de la amistad,
la “sinceridad”.
Al igual que el tiempo, la sinceridad está sobrevalorada,
todo el mundo quiere que seamos sinceros, pero cuando eres sincero con alguien
corres muchísimos riesgos.
Cuando eres sincero con un amigo dando un motivo por el que
no le dedicas más tiempo, ese amigo puede que se sienta herido, y tomará tu
sinceridad como una excusa, inventándose lo que cree que realmente tenías que
haber dicho, que seguramente sea algo que a él le duela menos y a ti más, es
más, te pedirá que seas “sincero” cuando tú ya lo habías sido.
Llegados a esta edad, quien se merece un hueco en la cabina,
es aquel que entiende tus prioridades, no se enfada porque no esté en ese
momento el primero en la lista, sino que sabe que en otros momentos si fue la
prioridad y es probable que vuelva a serlo en muchos otros.
En fin, que, si quieres entrar en mi vida (cabina), has de
tener claro que te dejare pasar, giraré el cartel de “completo” a “disponible”
en un momento, porque soy así, incapaz de decir NO (de lo que hablaremos en
otro post), y te querré, pero no esperes de mí más de lo que puedo dar y no
siempre soy capaz de dar mucho.
Si ya estas dentro, por favor aguanta, la cabina a veces se
queda libre y el parking deja de estar completo. Pero si llevas aquí desde
siempre, espero que hayas crecido conmigo y también valores como yo las mismas
cosas en un amigo, recuerda que las prioridades cambian, pero siempre que me
necesites serás mi prioridad.
Yo quiero estar en esa cabina! Me ha encantado como lo narras, haces q lo sintamos tal cual, Bego
ResponderEliminarTu llevas muchos años en la cabina! Sigue aguantando!!!💪😘
EliminarQue bonito
ResponderEliminarYo quiero estar siempre AHI cual Jose Luis Lopez Vazquez.
ResponderEliminarUfff, ¡qué angustia me ha dado tu cabina! Menos mal que las cuñadas somos etéreas: ¡estamos ahí pero sin ocupar espacio!, jajaja.
ResponderEliminar(Me ha gustado descubrirte en el mundo de las letras; te seguiré de cerca ; ).
Que definición tan buena de "cuñada" jajajaja jajajaja.
EliminarSabía que tú comentario no me dejaría impasible!! Gracias.
Un buen día creo que entre en esa cabina para quedarme siempre, a pesar de la distancia y el paso del tiempo.
ResponderEliminarClaro que sí, entraste, te quedaste y sé que aguantarás porque entiendes mis prioridades. Gracias.
EliminarNo siempre las cabinas las llenan gente que entienden....hay veces que hay que abrirlas y dejar escapar a aquellos que se sienten agobiados y te hacen agobiarte.....yo me quedo!!!!!
ResponderEliminarYo no necesito estar dentro, me conformo con estar en la puerta,porque se que ,ahí que estar cuando nos necesitamos,gracias
ResponderEliminarMaravilloso comentario! Estar en la puerta por si te necesito! Me encantaría saber quién eres "anónimo" aunque al decir lo q dijiste.....debes ser alguien importante!
EliminarAguantaré la cabina y lo que sea necesario Bego. Vales un mogollón y eres una gran persona. Te quiero.
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